Por lo que veo, este es un tema que, en los últimos años, está trayendo una incomodidad silenciosa entre muchos creyentes. Yo sufrí parte de eso, pues en una iglesia en donde asistí, a puertas cerradas y con espacio reducido, colocaban como tres o cuatro parlantes enormes que rodeaban a la congregación, y encima de eso, la batería muy cerquita del público.