CADA UNO AGRADE A SU PRÓJIMO | Romanos 15:2

Pablo concluye su pensamiento diciendo: "ni Cristo se agradó a sí mismo". Toda la vida de Jesús giró en torno a agradar a otros: Agradar al Padre, traer bendición al mundo entero, proveer edificación permanente a Su iglesia. De esta misma manera, todo hijo de Dios debe anteponer la edificación de otros sobre su propio agrado.

Ofrecido por WordPress.com.

Subir ↑